Estimulación del Lenguaje Oral

¿Qué es el lenguaje?

El lenguaje es una de las formas de comunicación humana, que nos permite representar, expresar y comunicar ideas o sentimientos por medio de signos multimodales en una determinada comunidad lingüística. Puede considerarse el instrumento fundamental de comunicación, el elemento estructurador del pensamiento o la acción, un factor decisivo en el desarrollo afectivo y psicológico y el principal medio de información y cultura.

La manifestación oral del lenguaje es el habla, que nos distingue como seres humanos.

La adquisición del lenguaje es un proceso en el que se necesita una base biológica en perfecto estado y una interacción comunicativa, es decir, un medio social que favorezca su desarrollo. Cuando no existe esa relación de comunicación o esta no es del todo adecuada, el desarrollo de las capacidades comunicativas se detiene o disminuye.

En este sentido, el contexto familiar constituye un entorno primordial para ofrecer las primeras experiencias comunicativas y una interacción comunicativa adecuada. También el contexto escolar juega un papel fundamental, ya que es en el cole donde se produce la mayor parte del desarrollo lingüístico y comunicativo.

La etapa de Educación Infantil supone un momento fundamental en el desarrollo del lenguaje, debido a que en ella se adquieren y asientan muchas de las condiciones básicas del desarrollo lingüístico. Se da en esta etapa el momento ideal de prevenir y/o compensar posibles dificultades que pueden incidir en la evolución infantil, ya que el desarrollo global de las capacidades también depende, en buena medida, del desarrollo lingüístico y comunicativo.

Es importante, por tanto, conocer los períodos de adquisición y desarrollo del lenguaje, teniendo en cuenta las tres dimensiones del mismo (forma, contenido y uso), sin olvidarnos de que la evolución lingüística debemos contemplarla desde una perspectiva global.

Evolución del lenguaje infantil
18 meses
  • Fase holofrásica: el niño o niña emite breves enunciados de 1 palabra para indicar una acción determinada.
  • Comprende el significado de algunas frases habituales de su entorno.
2 años
  • Lenguaje en jerga.
  • Acompaña el lenguaje con gestos.
  • Comprende y responde a instrucciones sencillas.
  • Continúa la fase holofrásica.
3 años
  • Usa sustantivos, verbos, adjetivos y pronombres.
  • Aparecen las primeras combinaciones de sustantivo – adjetivo.
  • Uso frecuente del “no”.
4 años
  • Lenguaje comprensible para extraños.
  • Usa oraciones y empieza a diferenciar tiempos y modos verbales e inicia el uso del singular-plural.
  • Emplea artículos y pronombres.
  • Hace muchas preguntas.
5 años
  • Período floreciente del lenguaje.
  • Mejora construcción gramatical, conjugación verbal y pronunciación.
  • Usa nexos.
  • Juega con las palabras
6 años
  • Comprenden términos complejos, contrarios y establecen semejanzas y diferencias. Progresiva consolidación de la noción corporal, espacial y temporal.
  • Desaparece la articulación (pronunciación) infantil, con todos los fonemas adquiridos. Construcción gramatical correcta y construcción de estructuras sintácticas más complejas de forma progresiva. Uso de preposiciones, conjunciones y adverbios.
  • Uso social del lenguaje.

Cualquier desarrollo lingüístico diferente a este no debería suponer, a priori, un desarrollo patológico del mismo, sino que sería conveniente tener en cuenta las diferencias individuales y la existencia de distintos ritmos de desarrollo evolutivo en función de características individuales y ambientales.

La importancia de la familia: claves para favorecer el desarrollo

El lenguaje oral está presente en la comunicación de las personas desde el momento del nacimiento. Por ello, la familia y el entorno más cercano serán los pilares que proporcionen las primeras experiencias para que el lenguaje sea vivo y variado. Conjuntamente con la escuela, la familia se convierte en el principal agente de la práctica total de los aprendizajes. Es por ello que, con una serie de pautas, fáciles de llevar a la práctica a la hora de comunicarse con sus hijos e hijas, la familia puede consolidarse como un elemento vital para el buen desarrollo del lenguaje.

Claves para favorecer una evolución lingüística adecuada:
  1. Es importante promover la comunicación. Dedique el mayor tiempo posible a hablar con su hija o hijo. Háblele de cosas que le interesen (juegos favoritos, amigos, el cole, etc.), procurando el intercambio comunicativo, y refuerce estos intentos de comunicación.
  2. Al dirigirse al niño/a, procure hacerlo con la mayor claridad posible, pausadamente y sin elevar la voz. Es importante adaptar nuestro código de lenguaje adulto a sus necesidades.
  3. No interrumpa o censure cuando nos cuente algo o no lo haga de una forma muy clara. Intente darle el modelo correcto («mamá, quiero ir a tasa» > «¿quieres ir a casa?, ya vamos ahora») y si continúa sin hacerlo bien no se preocupe, es cuestión de tiempo.
  4. Deje que el niño o niña se exprese y se sienta cómodo y seguro al hacerlo. Muéstrese paciente y atento a lo que nos cuente, provocando el máximo de intervenciones por su parte.
  5. Verifique que el niño/a ha entendido el mensaje. Evite ambientes ruidosos que distorsionen la comunicación.
  6. Si sospecha que su hijo o hija no le oye bien o no le presta suficiente atención, no dude en acudir a un especialista para descartar un posible déficit auditivo. Si no es el caso, haga una labor de autoanálisis respecto a la forma de dirigirse a su hijo/a: ¿le hablo con la suficiente claridad e intensidad?,¿capto adecuadamente su atención?, ¿le hablo de cosas que le interesan?
  7. Aproveche situaciones naturales para enseñarle cosas y palabras nuevas: en la cocina, un paseo por la calle, un álbum de fotos…
  8. Procure que la televisión no sustituya nunca el diálogo con su hija o hijo. Bien utilizada y en su compañía, puede resultar un buen medio para enriquecer su lenguaje, pero su uso indiscriminado puede disminuir la iniciativa para comunicarse con el entorno.
  9. Ayude a su hijo/a en la construcción de frases con la realización de preguntas del tipo “¿cómo se llama?”, “¿para qué sirve?”.
  10. No se anticipe a su voluntad: no permita que, por comodidad, la niña o niño deje de pedirnos lo que quiere o necesita. No podemos conformarnos con un gesto, es importante que se esfuerce en la emisión oral.
  11.  Evite la sobreprotección y promueva su autonomía en las actividades cotidianas. De esta forma, madurará su personalidad y, por tanto, su lenguaje.
  12. Evite las comparaciones con otros niños y niñas de su edad. Cada persona es única y único es su evolución y tiempo de maduración. Si sospecha un retraso que objetivamente aleja el lenguaje de su hijo o hija con respecto a la media de su edad, no dude en consultar a un especialista.
  13. Es importante que le cuente cuentos. Los cuentos aportan valores importantes al lenguaje infantil en cuanto a vocabulario, construcción de frases, ritmo, musicalidad, etc. Cantar canciones o recitar pausadamente con entonación marcada también puede ayudarle de forma importante.

Tenéis toda la información en el siguiente FOLLETO, para que la podáis consultar más cómodamente.

Cualquier duda o consulta será atendida por el equipo de tutoras, quienes trabajan en coordinación con nuestro Departamento de Orientación, que este año cuenta con dos nuevas profesionales, especializadas en este tipo de casuísticas:

 

Rosalía González López, logopeda y maestra de Educación Primaria con mención en Audición y Lenguaje.

 

 

 

Pilar Sande González-Cela, maestra de Educación Primaria, especialista en Pedagogía Terapéutica y master en el Lenguaje, la Comunicación y sus Patologías.

 

Os enviamos un cariñoso saludo.

El Departamento de Orientación y el Equipo Docente de Educción Infantil

You may also like

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *