Período post-adaptación en el Aula de Infantil

El verano toca a su fin y nuestro alumnado retoma la rutina escolar. Tener en cuenta diversos aspectos puede ayudar a nuestros más pequeños a vivir una vuelta al cole saludable.

Los cambios que se producen pueden conllevar cansancio y hastío en los más pequeños, e incluso estados de irritabilidad. Y si aumentamos cambios de centro escolar o de compañeros el cambio emocional puede ser aún mayor.

Álvaro Bilbao, Doctor en Psicología de la Salud y neuropsicólogo, nos habla del “Período post-adaptación”: “Suele ocurrir unos días después del inicio de la escuela, una vez que el niño se queda contento en la escuela y está a gusto en ella. Está cansado y su cerebro tiende a repetir patrones de cuando era más pequeño, como mojar la cama, tener más rabietas, estar más sensible, mimoso o enfadado”.

¿Cómo podemos ayudarles?

Alvaro Bilbao nos habla de cinco claves para ayudar al niño en este período:

  • Suaviza las normas. El niño no puede manejar a nivel cerebral, todas las nuevas normas del cole y además seguir recordando y cumpliendo todas las de casa. Relajadlas pero con cierto equilibrio y sentido común.
  • Suaviza los límites. En lugar de marcar un límite tajante, busca el contacto con sus emociones. ¿Estás enfadado? ¿te puedo ayudar? Demostrar empatía y apoyo en la nueva situación, una actitud de escucha activa y tener una visión positiva ayudará a nuestros peques a afrontar la situación con seguridad en sí mismos y sintiéndose acompañados en la nueva etapa.
  • Asegúrate que descansa bien. Al madrugar, el cerebro del niño se esfuerza desde más temprano en aprender y conocer su entorno. Cenad y acostaos pronto.
  • Una alimentación equilibrada, saludable y organizada es vital para una buena respuesta del niño en el ámbito escolar. El desayuno se convierte en la comida más importante, ya que debe aportar toda la energía necesaria para sobrellevar la rutina escolar, siendo aconsejable tomar un almuerzo a media mañana saludable: una pieza de fruta, un yogurt…
  • Grandes dosis de tiempo y cariño. No esperes a que te lo pida, haced cosas los dos juntos. Dale muchos besos, achuchones y abrazos. Dile lo que te gusta de él y cuéntale las cosas que vais a hacer el fin de semana.
  • Reconfórtalo como lo hacías. El cerebro del niño necesita volver a tener certezas, conectar con los momentos en los que se sentía más seguro: siéntalo en tus rodillas para comer, sostenlo en brazos…

 

Aprende. Disfruta. Educa en positivo. (Álvaro Bilbao).

“Ante los ojos del niño,
el mundo se presenta inmenso.
La seguridad para conocerlo
reposa en la presencia
de las personas que lo aman”.

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