Érase una vez un huerto maravilloso, el huerto del Liceo La Paz. Aquel rincón de la naturaleza parecía tener magia: sus deslumbrantes colores formaban arcoíris, la mezcla de sus olores resultaba deliciosa, sus plantas crecían fuertes y abundantes, estaba lleno de vida y, sobre todo, era un refugio de paz para todos los niños y niñas que en él trabajaban y aprendían.
Una tarde de Carnaval sobrevoló el huerto una mariposa que se quedó fascinada con aquel espectáculo. La curiosidad la llevó a explorar cada rincón y cuánto más veía más deseaba formar parte de tanta belleza.
Posó su vuelo en los jugosos tomates, se acercó intrigada y …