Y un año más, llegó Samaín, y con él empezaron a aparecer las primeras calabazas en clase… Una fecha en la que nuestros niños y niñas disfrutan tanto no podía pasar desapercibida en nuestro cole.
Así que, enseguida, nos pusimos manos a la obra con la decoración de las aulas: fantasmas, murciélagos, calaveras y telas de araña aportaron el ambiente necesario, gracias a la colaboración de nuestras familias.
Una vez que ya estábamos ambientados, diseñamos y elaboramos nuestras coronas de araña. Aprovechamos la excusa para contar, escribir, pegar, ¡y nos quedamos encantados con el resultado!
Por último, y como colofón final, no podía faltar la gran fiesta…