Aunque para muchos no era la primera vez, la ilusión ha sido como si lo fuera. Esta semana fuimos al vivero por primera vez este curso y la emoción estaba por las nubes. Plantaron sus verduritas con mucho mimo, regaron con cuidado… ¡y acabaron con alguna que otra manita llena de tierra!
Fue un momento precioso para conectar con la naturaleza, aprender jugando y disfrutar del aire libre en equipo.
Ahora nos toca esperar y cuidar lo plantado, porque con todo el cariño que le pusieron, ¡seguro que crece precioso! ¡Estamos muy orgullosos de nuestros pequeños hortelanos! 💚