La pasada semana, nuestros alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato, tuvieron la oportunidad de participar en una presentación sobre Federico García Lorca y su Romancero Gitano impartido por Jennifer Meléndez Luces, profesora de inglés en ESID Liceo y alumna del programa de Doctorado Interuniversitario en Equidad e Innovación Educativa de la UDC.
Dicha presentación, titulada “El poeta y la luna”, buscaba acercar la compleja poesía del granadino a nuestras alumnas y alumnos a través de los sentidos; así como explicar conceptos tales como: textura, coherencia, cohesión, intertextualidad u oxímoron; necesarios para entender la entrañable obra de Lorca.
Mediante su exposición, la ponente buscó despertar los sentidos del alumnado para que pudieran sentir y entender los versos de Federico. Con ese fin, jugó con la imaginación del alumnado y los invitó a sumergirse en un relato sensorial cargado de sonidos, olores y sabores que ponían de manifiesto la sensibilidad del autor a la hora de conjugar palabras y versos.
Fue, además, una aproximación al Cante Jondo y al flamenco, cuyas letras están plagadas de versos del poeta; así como un herramienta con la que la ponente busca eliminar los estereotipos existentes sobre las minorías étnicas existentes en nuestra sociedad al igual que en nuestra tradición literaria.
Para finalizar, la ponente trató de establecer una conexión entre la vida de Lorca así como la de los alumnos con la complejidad de un cubo de Rubik. Una representación metafórica y personal de lo que significa para ella la poesía lorquiana y que nos dejó fragmentos como el siguiente:
Un cubo, seis caras divididas en nueve pedazos y cada cara de un color… La mismísima complejidad del ser humano convertida en metáfora y resumida en un juego de niños o, quizá, no tan niños. Nuestras infinitas caras, nuestras infinitas complicaciones, nuestras filias, nuestras fobias, nuestras infinitas dudas y luchas internas tratando de ponerse en orden y conjugar colores para poder así, encontrarnos a nosotros mismos. Dudo que haya algún tipo de conexión entre mi cantante favorito y Lorca, pero lo que sí creo es que Lorca también tenía su pequeño Cubo de Rubik particular, lleno de todas esas inseguridades, todos esos miedos y todos esos sueños que hoy vosotros también tenéis. Un Cubo de Rubik que él quiso de alguna forma ordenar en forma de verso, en forma de un Poeta que se pierde por las calles de Nueva York… Sin embargo, no pudo. No por no querer, sino porque no se lo permitieron. Por eso, hoy, es vuestra labor la de ordenar ese caótico desorden que Lorca nos dejó en los versos de su ya tan mítico «Romancero Gitano».
Coordinadora de proyectos y prácticas ERASMUS+. Profesora de la Escuela de Idiomas ESID Liceo