Las risas, los colores vibrantes y la imaginación desbordante llenaron las aulas en horario extraescolar cuando los niños de Infantil celebraron Samaín de una manera única y creativa. La emoción y el entusiasmo se desbordaron mientras los pequeños artistas se embarcaban en un emocionante viaje de manualidades temáticas de Samaín. Desde arañas comestibles hasta brujas y fantasmas, las aulas se llenaron de obras espeluznantes y, sobre todo, de diversión.
Uno de los días, los niños se convirtieron en pequeños chefs de Samaín mientras creaban deliciosas arañas comestibles. Usando galletas, regalices y un poco de destreza, transformaron las simples galletas en terroríficas criaturas de ocho patas. Los niños disfrutaron del proceso de montaje, pegando los regalices como patas y adhiriendo las galletas con precisión. El resultado final fue una colección de deliciosas arañas que desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, ¡pero la diversión y el aprendizaje perdurarán!
Otra actividad emocionante que cautivó a los niños fue la creación de brujas a partir de sus propias huellas de manos pintadas de verde. Armados con pintura y papel, los pequeños se convirtieron en alquimistas de la creatividad. Cada niño dejó la huella de su mano sobre una hoja de papel, que luego se transformó en la cara de la bruja. Agregaron un sombrero, el pelo, la nariz, ojos chispeantes y una boca traviesa. ¡Las brujas que crearon eran simplemente adorables, a pesar de su apariencia mágica y un poco espeluznante!
En otra sesión, los niños se sumergieron en una actividad de reciclaje divertida y aterradora: la creación de fantasmas a partir de rollos de papel higiénico. Con trocitos de papel, los pequeños dieron vida a estos traviesos espíritus. Los fantasmas parecían flotar en el aire cuando los niños los colgaron por todo el aula. Esta actividad no solo fomentó la creatividad, sino que también inculcó la importancia del reciclaje y la reutilización de materiales en los pequeños.
Estas manualidades no solo fueron una oportunidad para celebrar Samaín, sino también una poderosa herramienta de aprendizaje. Los niños desarrollaron habilidades motoras finas mientras trabajaban con pequeños detalles en sus proyectos. Aprendieron a seguir instrucciones y a ser creativos en la elección de colores y detalles. Además, se fomentó la colaboración y la interacción social mientras compartían materiales y ayudaban a sus compañeros.
¡Feliz Samaín!